La presión que las pesquerías aportan a la protección de la biodiversidad es constante, sin embargo es necesario proporcionar medios de subsistencia a la población que depende de esta actividad mediante prácticas sostenibles.
Con la finalidad de proteger diversas especies en el Alto Golfo de California, cumplir con compromisos internacionales y evitar sanciones y embargos comerciales como el de camarón del pasado 30 de abril, el Partido Verde en el Senado de la República exhortó a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca y al Instituto Nacional de Pesca a continuar y fortalecer las actividades de implementación de artes de pesca alternativas en el Alto Golfo de California.

La senadora Alejandra Lagunes Soto Ruiz, junto al senador Israel Zamora Guzmán promoventes de este exhorto, destacaron la importancia de que se implementen artes de pesca alternativas en este sitio que es de gran importancia biológica, dado que alberga 700 especies de plantas vasculares, 115 de reptiles, 154 de aves y casi 900 de peces. Además cuenta con 12 Áreas Naturales Protegidas, entre ellas, la Reserva de la Biósfera El Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, hábitat de la vaquita marina (Phocoena sinus) y la totoaba (Totoaba macdonaldi).

Asimismo solicitaron información sobre las actividades realizadas para transitar del uso de redes de enmalle a artes de pesca alternativas en la pesca artesanal en el Alto Golfo de California, dado que la Unesco, luego de un estudio en esta zona concluyó que a pesar de las diferentes medidas adoptadas por el gobierno para conservar a las especies y las zonas protegidas no ha sido suficiente y el problema de la pesca ilegal de totoaba ha provocado la disminución de ejemplares de vaquita marina, llevándola a la extinción. Igualmente enfatizó la falta de materialización de la inversión en actividades productivas alternativas.

La senadora ecologista aseguró que la presión que las pesquerías aportan a la protección de la biodiversidad es constante, sin embargo es necesario proporcionar medios de subsistencia a la población que depende de esta actividad mediante prácticas sostenibles, que les permitan obtener ingresos, a la vez protejan a las especies y cumplan con los compromisos que el país tiene en materia de conservación en diferentes acuerdos internacionales.

"Es imperante reforzar el diálogo y la capacitación a los pescadores, cuya participación es indispensable para alcanzar acuerdos que les permitan mejorar sus condiciones de vida y reconstruir el tejido social que se ha visto seriamente afectado, más aún, por las restricciones de la emergencia sanitaria que actualmente presenciamos", concluyó.