Con su permiso, señor presidente;

El sistema financiero, como ya se ha planteado aquí, es una parte vital de la economía moderna que estamos viviendo en nuestro país y que es la encargada de realizar todas aquellas transferencias de recursos rápidamente entre los sectores y entre regiones. Por lo que esta función permite que las inversiones se destinen a usos productivos, en vez de estancarse en lugares fijos donde no se requieren.

Ya lo han explicado aquí, Ficrea era una Sociedad Financiera Popular, por lo que operaba mediante la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, realizaba las funciones de lo que tradicionalmente ubicamos en nuestro pensamiento como un banco; es decir, captaba el dinero, lo generaba en préstamos, los intereses los dividía en ganancias para los ahorradores y el corporativo.

Pero a diferencia de los Instituciones de la Banca Múltiple sus tasas estaban por encima del mercado, pues era una institución relativamente nueva y eso le brindaba tener este tipo de atribuciones.

La supuesta valía de Ficrea radicó en que estuvo diseñada para llegar a zonas rurales en las que es demasiado costoso instalar un banco, por lo tanto su regulación le proveía ciertas facilidades.

Sin embargo, el 60 por ciento de los clientes de Ficrea no eran pequeños ahorradores y muchos de ellos tenían más capital de lo que podía cubría el seguro de ahorro, demostrando así que en los hechos no operaba para pequeños ahorradores como es el objetivo de estas sociedades financieras populares.

Lo anterior, ya se ha mencionado, deja cerca de tres mil millones de pesos desviados en lo que se afecta a más de seis mil personas, ahorradores que confiaron plenamente en Ficrea. En este contexto, se entiende que los defraudados fueron presa del interés de buscar los más altos rendimientos de su capital, esto aunado a la existencia de un sistema financiero laxo y poco regulado.

Para subsanar las carencias en la regulación del sistema financiero y evitar se repita un caso tan embarazoso se propone el presente dictamen para expedir así la Ley del Ahorro y Crédito Popular; y reformar diversas disposiciones de la Ley para Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo, del Código Federal de Procedimientos Penales y de la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Es por ello que el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México se manifiesta a favor para que podamos disminuir la probabilidad de que se vuelvan a dar situaciones como las del lamentable caso que estamos viendo el día de hoy, y podamos nosotros salvaguardar y otorgar resguardo a todos los ahorradores que fueron defraudados en nuestro país.

Es cuanto, señor presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO