Con la venia de la Presidencia

Gracias a la trascendencia del acontecimiento que hoy nos ocupa nuestro país impulsó su economía durante décadas, por ello podemos afirmar que el periodo conocido como el desarrollo estabilizador no hubiera sido posible sin la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938.

Con el dinero producto de la industria petrolera, en nuestro país, se fabricaron puentes, se construyeron carreteras, hospitales y escuelas, es decir, infraestructura básica que a la postre resultó posible la consolidación de un estado de bienestar.

Sin embargo, el modelo que tanto éxito obtuvo por seis décadas se fue agotando, por diversos motivos, las ganancias de la industria petrolera nacional no se invirtieron para mejorar las técnicas de exploración y explotación, asimismo, se descuidó la infraestructura necesaria para completar el ciclo de transformación del petróleo.

Por las razones señaladas, el gobierno del presidente Peña Nieto, planteó al Congreso de la Unión la reforma energética, como un requerimiento para que nuestro país tuviera las bases mínimas para atraer mayores volúmenes de inversión y crear más y mejores empleos.

Era pues impostergable que el sector del petróleo se reactivará mediante la inyección de capitales, sólo de esta manera se podían establecer las bases que nos posibilitarán combatir la pobreza, el desempleo, la inseguridad, en síntesis, mejorar los bajos índices de desarrollo humano que tenemos en algunas regiones de nuestro país.

En ese sentido, reconocemos a los legisladores que nos precedieron, los cuales en conjunto con las legislaturas estatales y las autoridades del gobierno Federal hicieron posible la reforma energética.

La reforma constitucional aprobada en diciembre de 2013, así como la legislación secundaria en la materia decretada en 2014, establecen con absoluta claridad que los hidrocarburos son propiedad de la nación y que de ningún modo se renuncia a la rectoría y conducción del sector energético por parte del Estado mexicano.

Prueba de lo anterior es que, hoy, PEMEX continua siendo la compañía más grande de nuestro país, el mayor contribuyente fiscal y una de las mayores empresas de América Latina.

PEMEX está inmerso en una transformación profunda que implica la realización de diversos ajustes para sanear sus finanzas, algunos de ellos muy complejos, pero aun así sigue siendo la décima productora de crudo en el mundo, la décimo segunda en producción de gas, la décimo tercera en capacidad de destilación primaria, la décimo séptima en reservas probadas de crudo y la trigésima primera en reservas probadas de gas natural.

Otro logro de la reforma energética fue el éxito de la ronda 1.4, dicha licitación de la ronda de aguas profundas otorgó ocho de 10 bloques a concurso y se estima que en diez años la producción aumente 900 mil barriles diarios adicionales, asimismo, se detonarán inversiones por 34 mil millones de dólares.

Por lo demás, nos queda claro que la tarea de transformar el sector energético nacional no puede considerarse acabada, debido a que todavía está en ciernes la implementación integral del proyecto modernizador de nuestra industria petrolera y eléctrica que resulte en mayor prosperidad y mejores condiciones de vida, tanto para los mexicanos de hoy como para los que están por venir.

Este día, las y los legisladores del Partido Verde, honramos la memoria del presidente Cárdenas y de los hombres y mujeres que contribuyeron a hacer posible la expropiación petrolera, pues ésta fue pilar para afianzar la soberanía y el desarrollo nacional.
A setenta y nueva años de la expropiación petrolera, el general Lázaro Cárdenas sigue siendo ejemplo e inspiración para quienes, como él, queremos construir un país próspero y moderno cuyos frutos alcancen a todas y todos los mexicanos.

Es cuanto.


PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO