Y esto, ya que durante décadas en México, la infraestructura existente para el manejo de residuos peligrosos fue insuficiente. Ello debido a su generación a partir de una amplia gama de actividades industriales, agrícolas e incluso domésticas, lo que sin duda representa riesgos a la salud humana y al ambiente.

Dicha afectación es considerada, no solo en México sino a nivel mundial, un tema verdaderamente importante y preocupante, lo que ha propiciado la creación de disposiciones regulatorias en las que se han definido los mecanismos de acción para lograr un manejo adecuado que garantice la seguridad de las personas y del medio ambiente.

A través de la prevención de riesgos, el establecimiento de límites de exposición, alternativas de tratamiento y el mecanismo de inspección final para reducir así su volumen y peligrosidad.

Como ya he mencionado, la protección a la salud humana y la preservación del medio ambiente son, sin duda, las causas prioritarias que dieron origen a la regulación del manejo de residuos. La presencia de constantes afectaciones a los mismos hizo urgente la aplicación de leyes y normas que permitieran su adecuada regulación.

Como fuente generadora de esta necesidad, la contaminación de cuerpos peligros de agua causada por las disposiciones inadecuadas de residuos peligrosos, fue uno de los orígenes que dio el motivo a hacer este tipo de disposiciones y que a su vez nos llevan a modificarlas de manera constante.

Por lo que hace a la afectación ambiental, la presencia de compuestos químicos extraños para los ciclos naturales infieren en la capacidad de movilidad de otros compuestos que son importantes para los procesos biológicos, ya que los ecosistemas mantienen capacidades carga limitadas para asimilar sustancias inadecuadas que no pertenecen a su origen natural, lo que puede representar un riesgo de desequilibrio para ellos con las consecuencias de degeneración de los ciclos naturales y el agotamiento de los recursos correspondientes.

Coincidimos con el dictamen que se somete a consideración de esta asamblea, ya que es necesario conocer acerca de la peligrosidad y riesgos en el manejo de residuos peligrosos de toda índole, no solo de algún tipo, así como saber qué medidas de protección se pueden adoptar para prevenir o reducir dicho riesgo y con ello reducir las consecuencias negativas por actividades humanas.

Conscientes del reto que enfrenta nuestro país para la conservación de los ecosistemas y la salud de los seres vivos, mediante un ambiente sano, con el propósito de establecer y satisfacer la demanda de servicios, por lo que reiteramos que los medios de prevención siempre serán un mecanismo viable, exitoso y adecuado para minimizar los efectos negativos de la generación de residuos peligrosos.

Para que la prevención pueda ser factible se requiere inicialmente contar con información clara, precisa y accesible sobre el origen de bienes y servicios, así como los daños que ocasiona la creciente demanda de los bienes y servicios que dañan el medio ambiente, la generación de desechos sólidos y peligrosos, la contaminación de agua, aire y suelo, entre otros.

Es por ello, como ya lo manifesté, que los integrantes del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México celebran hoy que estemos aprobando este dictamen y agradecen a las demás fuerzas políticas el apoyo que están demostrando a este dictamen.

Lo anterior convencidos de la necesidad de dotar a la autoridad de las herramientas legales necesarias para un mejor control sobre el manejo de residuos peligrosos de los pequeños generadores, y con ello poner un alto definitivo a las prácticas nocivas que ponen en riesgo la salud y los recursos naturales de nuestro país, al tiempo de hacer efectiva la garantía de dos derechos fundamentales como lo son la salud y un medio ambiente sano.

Es cuanto, presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO